Historia de una marca
PIELSA nace en 1921, convirtiéndose en la primera marca de calzado registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas. En los años previos a la Guerra Civil, las botas y tiendas de campaña para el ejército concentraban exclusivamente su producción. Tras la contienda, pasó a fabricar calzado para operarios y trabajadores.
En los años 50, con eslóganes tan contundentes como “el zapato eterno”, los anuncios en prensa de la época ya destacaban tres de las cualidades de nuestros zapatos que, en un claro rasgo de coherencia y respeto a la tradición, se han mantenido a lo largo de todo este tiempo como parte de la identidad de PIELSA: comodidad, flexibilidad y durabilidad. Durante este período, la compañía fue la primera en España en utilizar el revolucionario sistema de unir la suela y la cobertura de piel del zapato mediante prensas.
En 1973, PIELSA comenzó a fabricar mocasines para hombre, permitiendo acercar a los consumidores españoles la moda del mocasín que hacía furor en EEUU con un producto de calidad perfectamente equiparable al que se hacía al otro del Atlántico. Del mismo modo, la firma fue pionera en la introducción de los náuticos, un tipo de calzado de origen norteamericano ideado inicialmente para los tripulantes de las embarcaciones de vela y que PIELSA logró convertir en un icono del ‘casual wear’ en nuestro país. En su día, entre las distintas personalidades que calzaron los náuticos de PIELSA, cabe destacar a miembros de la Familia Real, como el rey Juan Carlos I o el actual monarca Felipe VI.